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Arquitectos: Primer Piso Arquitectos
- Área: 156 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Luis Abba
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Proveedores: Friolatina, Holcim, Ladrillera Basile, Lumenac
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El edificio Segura 1124 se encuentra ubicado en un terreno de 165m2, en una calle angosta y muy transitada del departamento de Godoy Cruz, Mendoza, en una zona residencial de baja altura en proceso de transformación y densificación. Una particularidad municipal del terreno actúa como condicionante y consta en desafectar un corazón de manzana en los últimos 2 metros hacia el fondo del terreno.
La implantación entonces es el resultado de liberar un espacio frontal del terreno para el guardado de los vehículos y la liberación del “patio” trasero para conformar dicho corazón de manzana exigido por el municipio. La premisa proyectual era la de resolver dos unidades funcionales de un dormitorio + un estudio o ambiente que pudiera utilizarse esporádicamente como un segundo dormitorio. Como resultado, la construcción posee dos unidades con un total de 156 m2 cubiertos, una unidad de 68m2 propios y otra de 75 m2 propios y 13m2 de espacios comunes.
Programa. Un nuevo cliente, otro terreno, otro proyecto, pero un programa similar a Martínez 3458 en materia de vivienda multifamiliar. Este proyecto nos da la posibilidad de barajar nuevamente los elementos para volver a conjugarlos tratando de verificar aspectos tanto materiales como espaciales que fueron surgiendo durante el proceso de construcción del edificio anterior y el diseño de Segura 1124Este edificio juega, al igual que Martínez, con las mismas reglas: terrenos entre medianeras con idénticas orientaciones, limitaciones municipales particulares y poca superficie para desarrollar unidades de departamentos que debían ser cómodos, adoptando los requerimientos que la pandemia nos ha señalado como elementales: la relación con el espacio verde, la privacidad entre unidades y la incorporación de espacios flexibles y luminosos que puedan tal vez, funcionar como oficinas en la casa o un dormitorio extra.
Cada unidad posee expansión propia. Se generaron espacios verdes para ambos departamentos, el inferior cuenta con 2 jardines propios y el superior logra su privacidad hacia el frente, con un cantero contiguo al dormitorio que permite integrar a la naturaleza al habitar cotidiano y al fondo con un antepecho de 60 cm que permite apoyar macetas a la vez que evita las visuales directas al patio de abajo. Esta unidad posee un pequeño patio que la completa.
Relación con el sitio. Frente al terreno, cruzando la calle, se encuentra un parque lineal con vegetación de gran escala y espacios verdes de alta concurrencia por parte de la sociedad, actividades recreativas, deportivas y dos medios de conexión sustentable, el metro tranvía eléctrico y una de las ciclo vías más largas del Gran Mendoza. Esto le aporta a los habitantes de este sitio una gran calidad de vida y al edificio, la posibilidad de buscar vistas en este pulmón verde, por lo que se utiliza el cribado para dar textura y luces a cada espacio y a su vez generar privacidad y seguridad en el frente de los departamentos. Para el estudio, esta obra permite la posibilidad de pensar el habitar en relación a la ciudad. Al igual que el Edificio Martínez, basta con cruzar la calle e incorporarse a una red de ciclo vías que une toda la ciudad. Estos edificios, trabajan en la integración de los mismos con del tejido urbano y lo que ofrece; en este caso, la incorporación del parque y sus frondosos árboles a ambas viviendas y la conectividad pública.
Marterialidad. Una viga de hormigón armado en la fachada sirve para enmarcar el acceso, soportar las cubiertas que protegen la pasarela y la escalera del sol y la lluvia y sostiene el entrepiso correspondiente a la segunda unidad. El conjunto de viga, cubierta, pasarela, escalera confinan un espacio verde que actúa como transición entre el afuera y el adentro, lo urbano y lo privado. El hormigón visto crudo y sin tratamientos adicionales, más que el propio de su encofrado, en combinación con el ladrillo utilizado de distintas maneras dan como resultado una estética despojada y sencilla. Una escalera y una pasarela metálica, se piensan como unos elementos adosados, sutiles y livianos, que contrastan en textura y expresividad con los materiales que conforman la estructura. Este lenguaje, que busca la expresión de cada material como tal, es una constante en los trabajos del estudio, cuestionando manierismos y tratando de que cada elemento se justifique por sí mismo.